Carme Chaparro (presentadora de Mediaset) da su opinión de los medios en los cánones de belleza
1. ¿Cuál dirías que es el canon de belleza actual?
Afortunadamente, vivimos en una época en la que los cánones de belleza son muchos y no es uno solamente. Son cánones de belleza muy diversos, lo vemos en la moda, por ejemplo, conviven a la vez modas y tipos de ropa, de vestirse, de peinarse, de maquillarse muy distintos y a la vez, gana fuerza el body positive, siéntete bien con tu cuerpo, como tener un cuerpo para ir a la playa.
2. ¿Sientes una cierta presión mediática a mantenerte en forma debido a tu papel en los medios? ¿Si no fuese por que tu profesión te obliga, cuidarías de la misma forma tu físico?
Bueno, pues fíjate que esas preguntas me las he hecho muchas veces ¿Si no saliera por televisión me cuidaría, cómo me cuido? Bueno para empezar me cuido poco, es cierto que hace dos años, he empezado a ir a Tacha, a un centro de estética, para cuidarme la piel, el pelo, ¿Si no saliera en televisión tendría esa presión? Mira yo he visto a mujeres que han abandonado la televisión, se han ido a la radio y ya no han tenido la presión de verse bien y algunas han dejado de cuidarse como se cuidaban en televisión y otras han seguido cuidándose igual. Por lo que yo creo que eso va por personalidades, quien quiere levantarse y sentirse bien y necesita verse de una manera determinada.
En la televisión sí que es cierto que hay cosas que se ven, que en persona no se ven por ejemplo, con las luces se ve más la edad, se sacan mucho más los defectos, además que engorda, ya que son planas y nosotros somos de tres dimensiones, por lo que es imposible que salgamos como somos realmente.
3. ¿Desde que empezaste en el mundo de la televisión has notado una mayor exigencia en cuanto a las connotaciones físicas aspiradas? ¿Crees que las instituciones actúan de una forma muy exigente?
Pues mira yo empecé en la televisión con 24 años y ya tengo 48, así que llevo mucho tiempo he crecido delante de las cámaras. Y más que una imposición de belleza que te imponen, yo diría que es una auto imposición que nos imponemos, sobre todo las mujeres a nosotras mismas , porque si ya normalmente no nos gusta que nos salga un Michelin en persona, pues imagínate que te salga Michelin por la televisión ante millones de personas. Hemos ganado una batalla muy importante en esta guerra las mujeres, y es la diversidad de edades, antes a las mujeres con cierta edad las jubilaban de la televisión, dejaban de aparecer en pantalla y ahora para nada es así. Sí que es cierto, que no son los 48 que tenía mi abuela, ni siquiera los 40 años que tuvo mi madre y que todos los tratamientos de belleza hacen que quizá las mujeres a partir de los 40 entremos en una edad indeterminada.
4. ¿Observas la misma cantidad de crítica hacia un cuerpo más delgado que hacia uno menos normalizado?
Pues mira yo he visto ataques que me ha sorprendido últimamente hacia mujeres delgadas, yo tengo un par de amigas que comen mucho, pero son muy delgadas por constitución, me refiero a la talla 34. Yo he visto en las redes ataques a esas amigas: ¿Por qué no comes? Eres bulímica, eres anoréxica, que ejemplo estás dando, se te marcan las costillas. Esto no es del todo justo, pero venimos de un problema muy grande que es la dictadura de la imagen y esas personas que jugzan sin saber, muchas de ellas tienen gravísimos problemas de salud. Algunos mueren por ser anoréxicos o bulímicos por la dictadura de tener un cuerpo esbelto y delgado.
Luego tenemos en el otro extremo a actrices que tienen obesidad y se les ataca por ser obesas, pero también existe el caso de que critican por obesidad con la talla 38, que es una talla absolutamente normal, así que yo creo que las críticas que antes solo eran para la obesidad, ahora son críticas que se están llevando también hacia el terreno de la extrema delgadez .
5. Como conclusión, ¿piensas que merece la pena tanto sacrificio como para llegar a los cánones de belleza establecidos?
Yo no me sacrifico mucho la verdad, como lo que me apetece, tengo la suerte de que con mi cuerpo voy a épocas. Siempre estoy entre cinco y seis kilos de diferencia. Como siempre bastante bien, hay épocas en las que como peor y me da más por irme al chocolate y a las patatas fritas y luego hago el sacrificio. Ir a un centro de belleza no es ningún sacrificio es ir a que me mimen, sí que es cierto que ya hay otros tratamientos que precisan quirófano que igual generan cierta cantidad de dolor.
Para mí, hay una cosa fundamental que he aprendido en los últimos años y es que hay que cuidarse porque es la salud.
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